Cuando mi vida era una carrera contra una campaña publicitaria o una estrategia de marketing, solía decir con anhelo que cuando fuese grande y la vida me perteneciera, dedicaría tiempo a realizar talleres de arte, decoración, pintar cuadros, reciclar muebles y poder ofrecerle a la gente, las cosas que tanto me gustaba hacer.
A veces las cosas suceden sin que uno lo advierta. Resulta que un día comencé un curso Pátinas y muebles intervenidos dictada por Vanina Cabai, una persona talentosa que tiene el don divino de resignificar objetos condenados al olvido (entre otras miles de cosas), y la gran generosidad de enseñarnos cómo hacerlo.
hola lindaaaa!
ResponderEliminarno sabia que tenias este blog, que lindo!
aplaudo y te sigo, beso grandote
vani