En cantidad de oportunidades, mi suegra nos recomendó que no
dejáramos de ver la obra teatral Forever Young, Diego se resistía porque
pensaba erróneamente que se trataba de un musical.
Finalmente el jueves pasado fuimos a verla y quedamos
verdaderamente fascinados. Muchas veces uno se pregunta cómo será en el futuro,
cómo lo encontrará la vida cuando sea mayor, y de esto se trata la obra; de un
grupo de ancianos que en sus años mozos, vivían de la música y de la actuación,
probando que cuando el espíritu de uno es joven permanecerá intacto hasta el
fin de los días.
La historia sucede en un geriátrico, que aunque suene
aterrador, sus secuencias y gags generan que uno termine riéndose a carcajadas de
lo que inevitablemente será su futuro. Estos ancianos eligen atravesar con la
mayor dignidad su vejez, valiéndose de un arma infalible: la música.
A partir de ahí surge un repertorio variadísimo, con matices
de voces que llegan a conmover y grandes actuaciones, con escenas que se debaten entre
el delirio y lo bizarro.
No es un musical, es un grupo de personas que elige vivir
cantando cosas que los hagan sentir vivos.
Amo la musica y quedé conmovida. Irremediablemente al salir
del teatro me asaltó un pensamiento. De lo único que los humanos estamos
realmente seguros es que algún día vamos a partir, entonces la mejor manera de
atravesar el paso, es celebrar que estamos vivos. Yo elijo hacerlo cantando,
bailando y hasta a veces haciendo el ridículo.
¿Cómo lo hacen ustedes?