domingo, 23 de junio de 2013

Volveré y seré un armario

Días atrás les hable de los postigos. No puedo explicar muy claramente porque tengo esa fascinación. Tal vez sea por la cantidad de tablitas que me permite usar varios colores, tal vez sea porque aportan un toque romántico y vintage a una casa, o tal vez sea por la sensación que genera abrirlos y que entre la luz del sol, quién sabe??
Recuerdan estas persianas que hace un tiempo atrás les mostré que estaba pintando? Bueno asi quedaron:



Y no me conformé y fui por más. En mi recorrido por pueblos de Buenos Aires encontré una buena cantidad que me traje sin dudar.

Con los conocimientos de carpintería que me va transmitiendo mi papá, me anime y construí otro más a pedido de una clienta. En este caso es un modular en la gama de los rojizos.



Con un poco de ingenio los podes transformar en un montón de cosas que iré publicando a medida que la creatividad y mis conocimientos de carpintería me lo permitan.
Por suerte… hay materia prima. 


sábado, 8 de junio de 2013

Con Felipe Gimenez en Puro Diseño





Semanas atrás nos dimos una vuelta por Puro Diseño, Como siempre mucha creatividad y color pero lo mejor fue la suerte de poder ver en vivo a Felipe Gimenez interviniendo un auto.  

Felipe es un artista plástico Marplatense, que también es psicólogo y eso explica mucho la impronta de su obra. Lleno de color, tiene la capacidad de mostrarnos en sus cuadros, pequeños personajes que cobran vida, especialmente en el momento en que uno se encuentra con el título de la pieza. Mi admiración y la emoción que me genera su trabajo hizo que no dudara en sacarme una foto con él. Amablemente me invito a subir a la tarima en donde estaba exhibido el vehículo mientras le contaba en tono de confesión que había intentado imitar una de sus obras. El mismo dice que pinta como hace 35 años ya que nunca pudo complejizar ni estructurar sus trabajos. Brindo por eso!! Yo creo que la complejidad de su obra, es que logra recrear personajes y lugares por los que todos 
pasamos, y es justamente en ese despojo que obliga a abrir la imaginación, e inevitablemente proyectar nuestra propia historia.




                                          Hay noches que hay corazones que pesan más que otros 


                                            Después de los 40 uno surfea como puede o como quiere.